Ante la posible confusión que existe entre las portadoras de protesis de silicona, hemos elaborado este sencillo video con los consejos basicos para llevar un adecuado seguimiento.
Nuestra experta en Cirugía de la Mama, la Dra. Belén Merck, intenta trasladaros en palabras sencillas los consejos básicos que debeís seguir si sois portadoras de protesis de silicona y/o si se os ha detectado una rotura de las mismas.
La Dra. Belén Merck, experta en Senología y Patología Mamaria, tiene una larga experiencia en el tratamiento de las enfermedades del pecho en mujeres. Es miembro de la SESPM, y ha centrado su carrera profesional en el diagnóstico y tratamiento de las mujeres con enfermedades de la mama.
Como podreís observar en el video, consideramos que la rotura de una protesis mamaria deja de ser un problema estético para convertirse en una patología. Y como tal patología debe orientarse el plan diagnóstico y terapeútico. Asi se deben tener en cuenta la ultrasonografia de la mama (ecografía mamaria), la resonancia magnética mamaria y la ecografía axilar. Del mismo modo es imprescindible una cirugía cuidadosa (y realizada por un cirujano con experiencia en el manejo de la axila en caso de presentar ganglios). Por ultimo, consideramos igualmente imprescindible el análisis anatomopatológico de los especímenes, como en cualquier otra patología mamaria.
Las posibles lesiones secundarias a un mal manejo de las lesiones en los ganglios axilares, asi como las implicaciones médicas de una difusión de la silicona hacia los linfáticos locorregionales deben ser tenidas en cuenta en el manejo clínico de estas pacientes.
Esperamos que la información os sea de ayuda.
Para cualquier consulta sobre la materia, o tener una segunda opinión no dudeis en consultar con nosotros en secretaria@clinicaserralta.com
Recientemente intervenimos bajo a anestesia general a un compañero médico. Antes de entrar a quirófano nos confesó su «miedo irracional» a la anestesia. Algo parecido al miedo a «volar en avión». Despúes nos transmitió las buenas experiencias que había tenido durante el proceso. Y nos las ha dejado escritas en este texto que os presentamos:
La anestesia, esa desconocida. Por Andrés Samudio
Soy médico y hace poco he sido intervenido de colecistectomía por laparoscopia. A pesar de mi profesión, de todas las explicaciones, de saber que estaba en las mejores manos y que el proceso no era de gran complicación, estaba paralizado de miedo. ¿Por qué? Por la anestesia.
Paradójicamente no por la cirugía, no por miedo a alguna complicación, sino por el miedo a que me durmieran. Esa idea de perder el control y no saber si te vas a despertar o no, es lo que me tenía aterrorizado.
¿De dónde viene ese miedo? Mucho, como el miedo a volar, de la falta de control, tú no llevas el avión, pero en gran parte viene también por falta de información. Generalmente no tenemos ni idea de los «misterios de la anestesia».
Hemos hablado con el cirujano y nos ha explicado el procedimiento, pero es probable que del otro médico, el que nos va a evitar el dolor y a hacer posible el trabajo, sepamos muy poco.
Y entré al quirófano… Allí el proceso de inducción anestésica fue tan natural, tan bien pautado, tan poco estresante y hasta diría que tan «delicado» que solo me enteré cuando ya estaba de nuevo en la cama y despierto. Entonces pensé, y aún sigo pensando:
Yo ya lo he pasado, pero, ¿cómo puedo ayudar a evitar tanta anticipación negativa, tanto sufrimiento mental y toda esa inútil preocupación en otros pacientes que se van a operar?
Pues bien. Quisiera que se concentraran en lo siguiente:
· Dormimos todas las noches. Y por mucha gente que haya alrededor, es un proceso que se hace siempre en solitario.
· Durante toda la fase del sueño, dormimos solos, estamos inconscientes solos y al despertar, despertamos solos.
· Es un proceso que la mayoría tampoco entendemos, pero consideramos natural, porque “siempre ha sido así”.
Sin embargo, en la anestesia tienes una tremenda ventaja: no estás nunca solo, el anestesista te acompaña al dormirte, te acompaña mientras duermes, vigila tu sueño, controla tus constantes y te devuelve de nuevo a la vida consciente en un despertar controlado segundo a segundo.
La idea que quiero que se quede es: siempre hay alguien vigilante a tu lado durante todo ese proceso.
O sea, que viene a ser lo mismo que dormirte, pero en vez de solo, con una especie de «ángel de la guarda» que te está cuidando.
Conclusión:
¿Miedo? Es lógico tener un respeto a la anestesia, pero evita el pavor desde el desconocimiento.
Por supuesto, no estoy hablando ahora de los riesgo que toda cirugía lleva, que ese es otro tema. Estoy hablando del miedo al proceso que hace esa cirugía posible.
Por cierto, aprovecho estas notas para enviar un saludo y dar las gracias a todo el equipo de la Clínica Serralta que me ha librado de las innumerables molestias que mi vieja vesícula estropeada me estaba causando.
Conoce a nuestros especialistas en Anestesia, Reanimación y Terapia del Dolor:
Por la Dra. Belén Merck. Division de Patología Mamaria.
Un año más celebramos el Día Internacional del Cáncer de Mama, fecha que sirve para recordar a la sociedad la elevada prevalencia de esta enfermedad. Se trata del cáncer que más frecuentemente va a desarrollar la mujer española, alrededor de 16.000 nuevos casos al año. A pesar de los muchos avances en su prevención y diagnóstico, también constituye la primera causa de muerte por cáncer en mujeres españolas y encabeza la mortalidad de las europeas entre 40 y 50 años. Se trata, por tanto, de un importante problema sanitario en nuestro entorno.
La incorporación de España a los cribados poblacionales mediante mamografía en los años 90 marca un punto de inflexión en el diagnóstico del cáncer de mama. Antes de los Programas de Prevención del Cáncer de Mama (PPCM) la mayoría de los tumores (el diccionario de la Real Academia Española define tumor como “masa de células transformadas, con crecimiento y multiplicación anormales”) se diagnosticaba por palpación habitualmente de la propia mujer que se notaba un bulto en la mama. Desde la implantación de las mamografías periódicas, el cáncer de mama se diagnostica cada vez más como lesión no palpable o alteración mamográfica. Vemos los tumores iniciales en las mamografías, pero no los tocamos porque son muy pequeños. En el informe anual de 2007 del PPCM de la Comunidad Valencia destacan entre sus resultados de tumores diagnosticados el porcentaje de cáncer invasivo < 1cm: 29,8%; el porcentaje de cáncer “in situ”: 13,1% y un 80% de pacientes diagnosticadas en estadios iniciales (0 y I). Estos datos son excelentes y confirman la utilidad del programa
Por el Dr. Antonio Barrasa, División de Cirugía Hepatobiliopancreática.
La colecistectomía laparoscópica es la extirpación de la vesícula biliar utilizando una cámara de vídeo y un material especial que permite realizar la intervención mediante unas incisiones muy pequeñas, sin abrir el abdomen.
La realización de incisiones muy pequeñas no solo tiene ventajas estéticas, además se reducen las infecciones postoperatorias y disminuye el dolor postoperatorio. Como consecuencia de ello, es menor el periodo de ayuno, el de encamamiento, el tiempo de ingreso hospitalario y el tiempo de baja laboral. También se reduce el riesgo de hernias en las incisiones al ser éstas más pequeñas.
Por el contrario, el abordaje laparoscópico supone un discreto aumento en el número de lesiones de los conductos biliares, a lo que el cirujano deberá prestar especial atención.
La existencia de intervenciones abdominales (especialmente en la zona de la vesícula) y la inflamación de la vesícula (colecistitis) son las dos causas que con más frecuencia impiden que la colecistectomía se pueda realizar por vía laparoscópica. Otras veces, una intervención iniciada por laparoscopia es necesario concluirla con un abordaje convencional, en lo que los cirujanos llamamos conversión, sin que esto deba ser entendido como una complicación.
¿Qué es la vesícula?
El hígado produce una sustancia llamada bilis que se excreta al intestino para favorecer la digestión de las grasas. La vesícula es un órgano en forma de bolsa en la que se guarda la bilis para liberarla al intestino tras una comida. Está situada en le lado derecho del abdomen, pegada a la cara inferior del hígado y se comunica con el conducto biliar mediante otro tubito, el cístico. Generalmente, la vesícula recibe su sangre a través de una arteria cística que proviene de las arterias del hígado.
¿Por qué puede ser necesario quitar la vesícula?
La colelitiasis es la principal causa de colecistectomía. La colelitiasis es la aparición de “piedras” o cálculos en la vesícula. Estos cálculos se producen por la precipitación de las sales biliares en la vesícula (como cuando disolvemos demasiada sal en un vaso de agua). Los cálculos pueden provocar dolor (cólicos biliares), inflamación de la vesícula (colecistitis), obstrucción de los conductos de la bilis (ictericia), su infección (colangitis) o inflamación del páncreas (pancreatitis).
Piedras y bilis extraídas de paciente con colelitiasis diagnosticada mediante ecografía.
La aparición de pólipos en la vesícula también en una causa de colecistectomía. Una vesícula prezosa (que no funciona adecuadamente puede ser motivo de mala digestión que aconseje el operarse.
Unicamente su médico y cirujano puede aconsejarle adecuadamente sobre los riesgos y beneficios de operarse de la vesícula biliar.
¿Qué pasa cuando se quita la vesícula?
En general, que desaparece el dolor ocasionado por las piedras, mejorando la calidad de vida de los pacientes. La pérdida de la función de la vesícula no suele ocasionar ningún problema, probablemente por la dilatación que se suele producir en los conductos biliares tras la colecistectomía y que serviría para realizar esa función de reserva de la bilis.
En algunas ocasiones, los pacientes refieren aumento del número de deposiciones, sin que, en general, eso suela provocar problemas importantes.
¿Cómo se desarrolla la intervención?
En general, los pacientes ingresan el mismo día o la noche anterior a la intervención. Dependiendo de los centros, antes de llevar al paciente al quirófano se pueden realizar algunas medidas preoperatorias como canalización de una línea intravenosa, administración de un antibiótico o un tranquilizante, colocación de medias de compresión en las piernas, rasurado del abdomen, …
La intervención se realiza con anestesia general y suele durar entre 15 minutos y 1 hora según las dificultades que encuentren los cirujanos.
Si no hay problemas, lo habitual es que los pacientes pasen a la habitación tras la intervención, pudiendo recibir el alta el mismo día o el siguiente una vez comprobada la recuperación de la consciencia, la deambulación, la ingesta oral y la micción.
El postoperatorio en casa
Los primeros días es habitual notar hinchazón en el abdomen y dolor en las heridas quirúrgicas que suelen ceder con los analgésicos habituales: paracetamol, metamizol,… También puede ayudar la utilización de una faja tubular elástica.
Poco a poco se puede ir recuperando una dieta cada vez más amplia, en la que al final suele poderse ingerir cualquier tipo de alimento que no esté contraindicado por otra causa.
También se suele ir recuperando la actividad física en pocos días, siendo habitual el reinicio de la actividad laboral entre el final de la primera y tercera semana postoperatoria.
¿No puede haber complicaciones?
Por supuesto que sí. Como cualquier intervención quirúrgica, y casi cualquier actuación médica, pueden existir complicaciones.
Las más frecuentes suelen ser leves como el hematoma en las heridas quirúrgicas, la infección de las mismas, las flebitis o el retraso en la recuperación del movimiento intestinal
Menos frecuentes pero algo más serias son la hemorragia interna, la fuga de bilis, la formación de abscesos, la inflamación del páncreas o la aparición de trombos en las piernas.
La lesión de los conductos biliares o del intestino, la embolia pulmonar o el infarto son complicaciones muy poco frecuentes pero que pueden resultar graves.
En conclusión, en manos expertas, la colecistectomía laparoscópica en una técnica que, cuando está bien indicada, mejora de manera importante la calidad de vida de los pacientes. Tanto es así que resulta una de las intervenciones más satisfactorias para los cirujanos y los pacientes, en la que los beneficios superan con mucho a los riesgos y las molestias.
Por la Dra. Belén Merck, División de Patología Mamaria de Clinica Serralta
Mamografía. Dra. Belén Merck Navarro
El cáncer de mama es el cáncer más frecuente en las mujeres y constituye la primera causa de muerte de las mujeres entre 40 y 50 años, que viven en la Unión Europea. Su diagnóstico y tratamiento son, por tanto, un asunto sanitario de máxima importancia.
En los últimos 20 años se han objetivado grandes pasos, tanto en aspectos relacionados con la prevención secundaria o diagnóstico precoz, como en relación con el tratamiento. En el campo de la terapia se imponen los tratamientos conservadores de la mama y axila, siempre asociados a radioterapia adyuvante; el empleo de quimioterapia con protocolos de administración secuencial, cada vez más efectivos; la hormonoterapia con tamoxifeno y/o inhibidores de la aromatasa; y finalmente, las terapias biológicas como trastuzumab o lapatinib. A pesar de los avances diagnósticos y terapéuticos, su pronóstico sigue dependiendo principalmente de la extensión de la enfermedad en el momento de la detección. De ahí que el conseguir un diagnóstico precoz siga siendo la mejor vía para mejorar sus posibilidades de curación. El gran paso de estas últimas décadas ha sido la implantación tanto de los programas de cribado poblacional, como el que existe en nuestra comunidad, como los controles anuales mediante exploración clínica y mamografía que se realizan en las consultas de los expertos en patología de la mama o en las unidades de mama. La realización de mamografías en mujeres asintomáticas ha conseguido reducir la mortalidad por cáncer de mama.
¿Qué ventajas aporta la realización de una revisión anual?
Como se ha expuesto, el pronóstico del cáncer de mama depende de su estadio al diagnóstico. El estadio clínico está determinado por el tamaño del tumor de la mama, la presencia o ausencia de ganglios linfáticos axilares con tumor y la presencia o ausencia de metástasis sistémicas (hígado, hueso, cerebro). Cuanto más pequeño sea el tumor de la mama menos riesgo tiene la paciente de presentar depósitos metastásicos en los ganglios axilares o en otros órganos. De esto se deduce, que el objetivo más importante es diagnosticar los tumores de mama en su fase inicial, cuando son muy pequeños, y mejor aún, cuando no se tocan (lesiones no palpables).
Las revisiones a las que acuden las mujeres sanas, sin riesgo genético o familiar de cáncer de mama, deben contemplar los siguientes aspectos:
La operación de Bypass gástrico se realiza por cirugía laparoscópica, y consiste en reducir el estómago y hacer que los alimentos vayan directamente desde este estómago reducido hacia el final del intestino (“bypasseando” la mayor parte del intestino, de ahí su nombre).
Manejo de laparoscopia en abdomen de paciente
Así, la operación consiste en dos tiempos:
Primero se reduce el estómago, seccionándolo en su parte más alta, y dejándolo dividido en dos partes:
Una parte del estómago muy pequeña (aproximadamente 50 CC) que recibe el alimento que viene de la boca, por lo que el paciente puede comer una cantidad de alimento pequeña en cada comida.
Una parte “residual” del estómago, por donde no pasa el alimento, pero que no extirpa, y que sigue secretando sus jugos, que irán por el camino “normal” a unirse con los del hígado y el páncreas (jugos biliopancreáticos).
La segunda parte de la intervención es puentear el intestino, para que la secreción de jugos biliopancreáticos y el alimento se unan de 75 a 200 cm del estómago (por lo que a la intervención se le llama bypass) y así NO se absorba una gran parte del alimento que se ingiere. Para ello:
Se secciona el intestino y se une por una parte al estómago pequeño que habíamos dejado arriba
Y por otra parte, se empalma a los 75-200 cm de distancia.
Así, esta intervención es una técnica malabsortiva: reducimos la capacidad del estómago para albergar alimentos (pasando de los aproximadamente 1000 CC habituales del estómago de una persona obesa a unos 50 CC tras la intervención), y además puenteamos (bypaseamos) el intestino para que NO se absorban gran parte de los alimentos que se ingieren.
Por la malabsorción que produce es la técnica que más éxito tiene en la pérdida de peso. Pero por sus características de riesgo solo debe utilizarse en pacientes seleccionados.
Como hemos dicho, nuestro grupo realiza la operación por laparoscopica. El tiempo de intervención viene a ser de una media de tres horas.
Tras la intervención es frecuente que el paciente tenga que pasar al menos una noche en Cuidados Intensivos.
Durante la intervención se dejan drenajes intrabdominales que serán vigilados por los cirujanos durante los días siguientes para detectar pronto las posibles fugas que se puedan producir.
• ¿En qué casos de obesidad está indicada la realización de la operación de Bypass Gástrico por laparoscopia?
La FDA (el organismo regulador americano de los medicamentos y sistemas médicos) amplía el uso del sistema de bandas para la pérdida de peso.
Desde pasado 16 de febrero 2011, se amplía el uso de la LAP-BAND para incluir a individuos obesos con un IMC de 30 a 34 kg/m2 que presenten alguna comorbilidad grave relacionada con su obesidad.
La FDA aprobó el sistema LAP-BAND en 2001 para su uso en pacientes severamente obesos con un índice de masa corporal (IMC) de al menos 40 kg/m2, aquellos con un IMC de al menos 35 y que presentaran comorbilidades también graves relacionadas con su obesidad, tales como enfermedades del corazón o diabetes. La indicación recién aprobada amplía a pacientes con un IMC de 30 a 34 y con un alto riesgo de mortalidad por complicaciones relacionadas con la obesidad.
El LAP-BAND se destina a ser utilizada en adultos que no han perdido peso con métodos no quirúrgicos (dietas o medicamentos). Los pacientes que utilizan el sistema LAP-BAND debe estar dispuesto a hacer grandes cambios en su estilo de vida y hábitos alimenticios. Se coloca alrededor de la parte superior del estómago mediante laparoscopia. La banda crea una bolsa gástrica pequeña que admite solo una pequeña cantidad de comida.
«La obesidad es un problema de salud pública en los Estados Unidos», dijo William Maisel, MD, MPH, director adjunto para la ciencia en el Centro de la FDA para Dispositivos y Salud Radiológica. «Un estilo de vida saludable y la pérdida de peso son las claves para mejorar la salud y la calidad general de una persona de la vida.»
El uso de la LAP-BAND en pacientes con IMC entre 30 y 40 se examinó en un estudio realizado en EE.UU.. Los resultados mostraron que el 80 por ciento de los pacientes perdieron por lo menos el 30 por ciento de su exceso de peso y lo mantuvieron durante un año. Algunos pacientes en el estudio no perdieron peso, mientras que otros perdieron más del 80 por ciento de su peso extra.
En el mismo estudio, más del 70 por ciento de los pacientes experimentaron un evento adverso relacionado con LAP-BAND, los más frecuentes fueron vómitos y dificultad para tragar. Los eventos van desde leves a graves, pero la mayoría fueron leves y se resolvieron rápidamente.
Siete de cada 149 pacientes necesarios otros procedimientos después de la implantación: cuatro necesitaron retirar el LAP-BAND, dos la revision del dispositivo de hinchado, y otro necesitó que se le cambiara la posición del LAP-BAND.
La operación de Tubo Gástrico o Sleeve Gastrectomy se realiza por cirugía laparoscópica, y consiste en reducir el estómago a aproximadamente una décima parte de su tamaño previo.
Manejo de laparoscopia en abdomen de paciente
Para ello se realiza un cambio en la forma del estómago, pasando de la forma habitual de bolsa parecida a una “bota de vino” a dejarse con una forma de tubo o manguera (de ahí el término inglés de sleeve).
Para realizar esta reducción del tamaño del estómago se utiliza un tutor que se coloca en su interior y tiene la forma del tubo que queremos dejar. A continuación cortamos el estómago siguiendo esta guía, dejando un estómago con forma de tubo y eliminado todo el resto de estómago innecesario. Este corte se realiza mediante grapadoras automáticas, diseñadas específicamente para este fin (echelon-gold de ethicon, ver animación cortesía de Ethicon Endo-Surgery), que cortan y sellan, es decir, que evitan que se puedan producir fugas (fístulas) por el sitio de corte.
Así, esta intervención es una técnica restrictiva: reducimos la capacidad del estómago para albergar alimentos (pasando de los aproximadamente 1000 cc habituales del estómago de una persona obesa a unos 100-120 cc tras la intervención). De este modo, el paciente tendrá sensación de plenitud y satisfacción tras una ingesta de una cantidad pequeña de alimentos. Esta sensación de plenitud y satisfacción facilita el cumplimiento del programa dietético por el paciente.
El estómago conserva su funcionamiento habitual, excepto el volumen de alimento que puede recibir, que es mucho menor. Así digiere con normalidad cualquier tipo de alimento. También conserva el sistema de llenado y vaciado natural. No se realiza ninguna cruce o by-pass entre el estómago y los intestinos, lo cual disminuye de manera muy importante el riesgo de fuga (fístulas).
Además se ha descrito la disminución de la hormona Ghrelina, que se producía en la parte del estómago que se elimina. Es posible que por ello se tenga menos sensación de hambre tras esta intervención.
Estamos asistiendo a un nuevo repunte de la mortalidad en accidente de tráfico. Las cifras oficiales de mortalidad en carretera en estas últimas fechas navideñas no han sido nada halagüeñas.
El estudio ha sido recientemente publicado en la American Journal of Emergency Medicine. Para realizarlos, los investigadores analizaron los datos de los registros nacionales norteamericanos de accidentes (Fatality Analysis Reporting System). Así, se revisaron casi 156 mil conductores de vehículos de motor que se vieron involucrados en graves accidentes de tráfico ocurridos entre 2000 y 2005. Los investigadores incluyeron todas las muertes que ocurrieron dentro de los 30 días inmediatos tras un accidente.
Según la investigación, un conductor moderadamente obeso tiene 21 por ciento más de probabilidades de morir en un accidente de vehículo de motor grave en comparación a los conductores no obesos. Si la obesidad es severa, el riesgo de muerte se eleva en un 56 por ciento .
Hemos tenido la oportunidad de conocer los resultados de una de las investigaciones más interesantes de los últimos años.
El estudio ha sido publicado en la edición on-line de la revista Nature el 12 de diciembre. En él, los científicos del Hospital Infantil de Cincinnati han logrado por primera vez la obtención de tejido intestinal humano en el laboratorio. La obtención de este tejido intestinal se consiguió a partir de células madre pluripotenciales. En la fotografía podéis ver una imagen de 2006, tomada de la wikipedia en la que se observa una colonia de células madre embrionarias, de la linea H9 (NIH code: WA09) vistas a 10X mediante un microscopio Carl Zeiss Axiovert.
Este es el primer estudio que demuestra que células madre pluripotentes, tratadas en una placa de Petri en el laboratorio, pueden ser instruidas para formar tejidos humanos de manera eficiente. Además el tejido resultante refleja la arquitectura en tres dimensiones y la composición celular del tejido intestinal.
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