Recientemente intervenimos bajo a anestesia general a un compañero médico. Antes de entrar a quirófano nos confesó su “miedo irracional” a la anestesia. Algo parecido al miedo a “volar en avión”. Despúes nos transmitió las buenas experiencias que había tenido durante el proceso. Y nos las ha dejado escritas en este texto que os presentamos:
La anestesia, esa desconocida
Por Andrés Samudio
Soy médico y hace poco he sido intervenido de colecistectomía por laparoscopia.
A pesar de mi profesión, de todas las explicaciones, de saber que estaba en las mejores manos y que el proceso no era de gran complicación, estaba paralizado de miedo.
¿Por qué? Por la anestesia.
Paradójicamente no por la cirugía, no por miedo a alguna complicación, sino por el miedo a que me durmieran. Esa idea de perder el control y no saber si te vas a despertar o no, es lo que me tenía aterrorizado.
¿De dónde viene ese miedo?
Mucho, como el miedo a volar, de la falta de control, tú no llevas el avión, pero en gran parte viene también por falta de información.
Generalmente no tenemos ni idea de los “misterios de la anestesia”.
Hemos hablado con el cirujano y nos ha explicado el procedimiento, pero es probable que del otro médico, el que nos va a evitar el dolor y a hacer posible el trabajo, sepamos muy poco.
Y entré al quirófano.
Y allí el proceso de inducción anestésica fue tan natural, tan bien pautado, tan poco estresante y hasta diría que tan “delicado” que solo me enteré cuando ya estaba de nuevo en la cama y despierto.