Aunque la prevalencia del tabaquismo en España ha descendido significativamente desde que se iniciara la primera edición de la Semana sin humo en estos últimos once años, del 37% de la población general a situarse algo por debajo del 30%, todavía el porcentaje sigue siendo alto y la edad de inicio en el consumo del tabaco cada vez es más temprana (13,5 años). Por estas y otras razones acogemos con esperanza la noticia sobre la nueva vacuna contra la adicción a la nicotina.
En las XXXVIII Jornadas Nacionales de Socidrogalcohol celebradas recientemente en Madrid, el director de Farmacoterapia del Instituto Nacional sobre la Drogadicción de EEUU (NIDA, por sus siglas en inglés), Iván Montoya, ha afirmado que para el próximo año podría aprobarse en Estados Unidos el uso de la primera vacuna terapéutica contra la nicotina y, previsiblemente, llegaría a España en 2012.
Actualmente, se está a la espera de obtener los últimos resultados de dos estudios de la fase III de la investigación que evalúan la eficacia de un nuevo compuesto cuyos ensayos clínicos previos han sido esperanzadores: “Si son positivos, esperamos que la vacuna esté aprobada por la Food and Drug Administration (FDA) el año próximo”, asegura Iván Montoya.
Según el Dr. Julio Bobes, presidente de Socidrogacohol, la aprobación de esta vacuna en la Unión Europea “sería también muy rápida”, aunque su llegada a España podría demorarse unos seis meses por cuestiones económicas, dado que todavía se desconoce el precio con el que saldrá a la venta y su financiación.
Esta vacuna será esencialmente terapéutica y no preventiva, es decir, que sería un tratamiento para ayudar a las personas fumadoras a eliminar su adicción al tabaco. Además, el procedimiento para su desarrollo es similar al que se está empleando con otras vacunas terapéuticas empleadas en otras sustancias adictivas como la cocaína.
Al parecer, la vacuna está compuesta por una molécula de nicotina acompañada de una bacteria a la que le ha sido eliminada su virulencia, de esta manera al ser inyectada en el organismo no produce la fiebre o dolores de cabeza que provocaría en su condición natural.
Esta combinación consigue estimular el sistema inmune de la persona a la que le ha sido administrada la vacuna para que cuando éste inhale el humo de un cigarrillo, produzca anticuerpos que “impiden que la nicotina supere la barrera hematoencefálica y llegue al cerebro“.
En palabras del propio Iván Montoya: “al secuestrar el sistema inmune la nicotina, no se van a producir los efectos placenteros y adictivos. Si conseguimos que el fumador no sienta los efectos del tabaco, eventualmente deja de fumar”.
En cuanto a la duración del tratamiento será de seis meses e incluirá varias inyecciones del compuesto farmacológico. Los estudios preliminares han demostrado que la mejor respuesta inmune se obtiene después del primer mes tras haber administrado al primera dosis, momento idóneo en el que “el individuo ya está en condiciones de dejar de fumar”.
No obstante, debemos tener en cuenta que ambos expertos aseguran que este tratamiento para dejar de fumar debe acompañarse de una terapia motivacional, que comienza algo antes de la administración de la primera vacuna y, continúa después de la última inyección del tratamiento para minimizar el riesgo de recaídas.
Desde Clínica Serralta os avisaremos cuando esté disponible la vacuna y os informaremos de todo el procedimiento, tanto médico como psicológico, de este nuevo tratamiento para dejar de fumar.