La colecistectomía laparoscópica, como ya desarrollamos en el artículo ¿Qué es la colecistectomía laparoscópica?, consiste en la extirpación de la vesícula biliar. Es una técnica muy común que se realiza mediante pequeñas incisiones en el abdomen. Como consecuencia de ello, el periodo de ayuno, el periodo de encamamiento, el tiempo de ingreso hospitalario y el tiempo de baja laboral, son menores. También se reduce el riesgo de hernias, las molestias postoperatorias son menores y la vuelta a la actividad habitual es muy rápida.
Después de la extirpación de la vesícula es posible llevar una vida normal. La vesícula es un órgano del que se puede prescindir ya que no afecta a la capacidad de digerir alimentos, ya que la bilis llega de forma directa al intestino delgado desde el hígado.
Los posibles problemas digestivos que se pueden dar después de la cirugía se resuelven mediante adaptación con el tiempo. Sí que es cierto que para ello, existen las siguientes recomendaciones dietéticas:
- Comer despacio y masticando muy bien los alimentos.
- Comer pequeñas cantidades con más frecuencia (unas cinco ingestas diarias).
- Alimentos bajos en grasas. Evitar la carne roja, los alimentos fritos y muy grasosos.
- Evitar bebidas alcohólicas y carbonatadas.
En torno a la 3ª o 4ª semana después de la intervención es posible volver a una dieta normal, con una alimentación equilibrada y variada, dando preferencia a las frutas, verduras, cereales integral y grasas saludables.
En paralelo con el equipo médico, nuestra técnica en dietética y nutrición Luisa Rincón asesora y ayuda en la alimentación de los pacientes como parte del tratamiento. Clínica Serralta somos especialista en Cirugía de Aparato Digestivo en todas sus áreas, contando con un equipo multidisciplinar formado por especialistas que trabajan codo con codo para mejorar la salud de nuestros pacientes.